Noche de tempestad,
agonía de un otoño que despide sus días...
posada sobre tu vientre
atrapada en el deseo...
Bullente... Abstraída...
Las estrellas escondidas
gemían al viento
y unían a mis suspiros
el trueno ensordecedor
de ese abrazo intenso...
Iluminada por el fulgor
de un relámpago insolente,
de mil rayos vigorosos
y de tus manos ardientes...
Me ofrezco a tus besos,
me doy a tu cuerpo,
me envicio en tu piel,
tenso mi espalda,
agonizo, deliro
y encuentro en tu boca
el milagro ferviente...