lunes, 17 de diciembre de 2012

Fragmento


... No llevaban ni media hora en ese bar, era la segunda vez que se veían y ya estaban atrapados en un juego de miradas intenso y provocador.

- Mirá, mi casa está hecha un desastre, estoy redecorando y no puedo invitar a nadie allí, pero acá a unas cuadras hay un hotel que...
- Si!!
- Vamos?
- Vamos...

Caminaron las pocas cuadras que los separaban del hotel conversando y riendo, al llegar a la entrada ella hundió sus dedos en la maraña de cabello que cubría su nuca y enterró su boca en la de él.

- No pienso entrar al hotel sin haberte besado antes - le susurró al oído.

Una vez dentro de la habitación se desnudaron sin dejar de mirarse, acariciando cada centímetro de piel que quedaba al descubierto, ávidos, excitados y calientes.
Se bebieron las bocas, y sus manos desenfrenadas exploraban huecos y salientes, sin poder controlarse ni un segundo.
Casi parecía que no respiraban, como si el aire se hubiese suspendido en torno a ellos.
Caminaron hasta la cama, así, ovillados en un solo nudo, jadeantes, prendidos el uno del otro, buscando encastrarse, besándose con los ojos abiertos para no perderse nada.
Perdiéndolo todo...