domingo, 12 de agosto de 2012

Asombro...



El asombro muta el vértigo en deseo...
Mundana la música que recorre la piel, libera la brida,  rescata el vaivén.
Hacen mutis escrúpulos y tabúes.
Presas de apetitos ocultos, rastreamos suavidades desconocidas y avara de tus besos, suplico tus labios de rubí.
Tu costado de seda y las suaves colinas de tu escote susurran ansias y anhelos.
Exploro la raíz de tu tersa valva encendiendo la hoguera de tu desmayo y fluida y nítida acompaño tu final.
Imploro...
Acompasada la elegancia de tu boca, que viene a buscarme, rompe la última cuerda y desata ardientes acrobacias meridianas.
Encuentro en tus ojos el sofoco del placer.
Él, se acerca sonriente, y el asombro nos toma otra vez...